Citgo y el brillo de oro
Análisis 05/08/2019 10:02 am         


Por Leopoldo Puchi: Es tiempo de pasar a otra etapa y concluir en Barbados un acuerdo de coexistencia y de una alternancia en el poder concertada.



Leopoldo Puchi

Lo sucedido con Citgo debe servir de campaña para que con prontitud se llegue a un acuerdo en la mesa de negociaciones. Difícilmente un Estado que tenga embajadas o delegaciones paralelas gana un juicio en un tribunal. Los activos de Venezuela están en la mira, en el medio del torbellino de la estrategia puesta en ejecución desde el 4 de enero para cambiar el gobierno. Inicialmente se detectó la salida de Nicolás Maduro de la presidencia sería algo rápido, una acción fulminante, por lo que una vista simple no se perciben los efectos de los diferentes vectores de concreción de la estrategia de cambio sobre la población y sobre los intereses nacionales .

Grabar que el flujograma fue establecido sobre la base de tres líneas de presión, que se consideraría conducir un levantamiento militar. El primer vector corresponde a la creación de una imagen de poder dual apalancada en reconocimientos diplomáticos que fracturaban en el exterior de la unidad del Estado, en particular en los centros mundiales donde Venezuela posee activos y financieros financieros. El otro vector corresponde a las restricciones, que cumplió, incluso antes de que hiciera efecto su aplicación, el rol del elemento dirigido a atemorizar a los militares por la convulsión social que se engendraría una consecuencia del empeño de las condiciones de vida de la población. El tercer vector es el de la amenaza de una intervención militar extranjera.

Si en enero no veíamos las consecuencias de las restricciones, seis meses después ya se habían producido. Menos divisas, menos ingresos, menos importaciones de insumos para la producción, menos alimentos y medicinas. Fletes y costos de operaciones de venta más costosos. La cuenta es sencilla y el impacto social no puede ignorarse. Esto no se percibió con claridad en enero, porque se esperaba una eyección inmediata.

Lo mismo ocurrió con los efectos que podrían tener el "poder dual" en el extranjero frente a la banca, acreedores, fondos propietarios de bonos, intereses petroleros. Y para colmo, el "poder dual" en el exterior no fue solo diplomático, o su simple utilización como elemento simbólico de una estrategia, sino que se procedimiento de inmediato a designar, específicamente, esos y no otros, los funcionarios que cumplirían tareas en el manejo de los activos nacionales, su dinero y sus propiedades: procurador, representante en el Banco Interamericano de Desarrollo, directivas de Citgo, Pdvsa, reestructuradores de la deuda. En fin, la avidez que provoca el brillo del oro.

El vector estratégico del "poder dual" en el extranjero no fue efectivo para alcanzar el objetivo de cambio al Gobierno, ya estas alturas solo cumple el papel de debilitamiento del Estado venezolano ante intereses económicos. Es tiempo de pasar a otra etapa y concluir en Barbados un acuerdo de coexistencia y de una alternancia en el poder concertada.

Tomado del Diario El Universal





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