Macri, fmi y foro sao paulo
Análisis 20/08/2019 05:00 am         


Por Alejandro J. Sucre: Si un político quiere perder elecciones y entregarle el país al populismo de izquierda, entonces debe aplicar los programas del FMI.



Alejandro J. Sucre

Si un político quiere perder elecciones y entregarle el país al populismo de izquierda, entonces debe aplicar los programas del FMI. Ese péndulo viene sucediendo por 3 décadas desde México a la Argentina. Así le está ocurriendo a Macri recientemente, tal como sucedió a CAP II y Caldera II a finales de los años noventa. La alternativa a los populismos al estilo Kirchner en Argentina o Socialismo del Siglo XXI en Venezuela que paralizan al sector privado en una lucha de clases, los expropian y los controlan no es el FMI. De alguna manera los políticos pro apertura de la economía en Latinoamérica y los más reconocidos economistas terminan diseñando programas de recuperación económica negociando nuevas deudas y condiciones con el FMI como si fuese la única alternativa al socialismo populista. Que yo sepa ni Chile ni China nunca aplicaron paquetes de rescate con el FMI y tienen economías solidas y sostenibles por décadas.

Donde el FMI impone sus programas macroeconómicos ocurren tres fenómenos: 1.- las economías se endeudan en divisas. Esto provoca inestabilidad cambiaria ya que los actores económicos saben que hay un subsidio a la moneda local y que mientras antes compren dólares, mejor precio conseguirán; 2.- también saben que estos endeudamientos son un subsidio a las importaciones y que aumentarán el déficit en la balanza comercial. Hay más divisas que las que produce el aparato productivo, y esto debilita las exportaciones del sector privado. Y 3.- Los endeudamientos con el FMI subsidian al gobierno lo que implica posponer las reformas necesarias hacia un Estado eficiente. Estos gobiernos reciben divisas del FMI, nuevos impuestos del sector privado, bajan aranceles para seguir la receta del FMI, obtienen dinero de privatizaciones y posponen las reformas de eficiencia del aparato estatal. Debido a las recetas del FMI, el sector privado empieza la fuga de divisas por saber que la situación de déficit comercial es insostenible y las tasas de interés comienzan a subir para evitar dicha fuga ahogando más al sector productivo. Así el sector productivo siempre es golpeado por los programas fondomonetaristas y por los gobiernos socialistas en América Latina (i.e. por un lado con altas tasas de interés, gobiernos ineficientes, privatizaciones corporativistas, moneda sobrevalorada aumento de las importaciones o por las recetas del Foro de Sao Paulo con expropiaciones, controles de precios y de cambio por los socialistas). Así sucedió con CAP II, Caldera II y ahora Macri en Argentina.

La alternativa a los paquetes fondomonetaristas y evitar la vuelta a las recetas del Foro de Sao Paulo es lograr que la apertura de mercado y libertad económica funcionen. La libre iniciativa es la que genera empleo, invenciones y prosperidad. Y para evitar que la receta de expropiaciones y controles asfixiantes del Foro de Sao Paulo vuelvan, las reformas pro apertura de mercado deben buscar crear condiciones para que vengan inversiones privadas de los ciudadanos y empresas locales y del mundo en lugar de endeudamientos entre el FMI y los funcionarios públicos. También, las privatizaciones deben hacerse con participación ciudadana y de los trabajadores, no solo corporativas aunque se necesiten. Los impuestos deben ser bajos y la nómina del Estado reducida y eficaz. Cada obra y contratación debe licitarse para reducir el gasto fiscal sin desmejorar las obras públicas ni los servicios. Si el gobierno se va a endeudar debe hacerlo para prestar apoyo a programas sociales pero sin corrupción y dejándole el rol productivo a los ciudadanos y no a los funcionarios públicos como ocurrió en Venezuela.

Tomado del Diario El Universal






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