El cine musical
Bulevar 20/10/2019 05:00 am         


Por Francisco A. Casanova S.: “Singin in The Rain” considerada el mejor musical de todos los tiempos



Francisco A. Casanova S.

En el cine, el género musical tuvo la tarea de "animar a los estadounidenses" durante la Gran Depresión, con la esperanza de que pudiera desempeñar un papel clave para distraerlos de sus graves condiciones de existencia. La combinación de música al estilo de Broadway con el glamour del cine se hizo ampliamente popular. “Singin in The Rain” o Cantando bajo la Lluvia (1952) es la película del género musical de Hollywood, más completa, más entretenida, de mayor selección de canciones y bailes, de mayor sincronización coreográfica con la trama y de mejor equipo creativo de la historia de este género del cine.

No solo es una película del género musical, es también una película sobre cómo se hacen las películas y en particular sobre la transición del cine silente al cine sonoro así como una comedia y un canto a la vida. 

“Singin in The Rain”, fue rodada en 1951 y estrenada en 1952. El tiempo de Singin in The Rain, está situado en 1927, 2 años antes del inicio de la gran depresión y en pleno auge del cine silente. La trama tiene como escenario un Estudio de ficción llamado “Monumental Pictures”, cuyas principales estrellas Gene Kelly (Don Lockwood) y Jean Hagen (Lina Lamont) son la pareja favorita del cine y se combinan para formar una gran pareja en pantalla. “Monumental Pictures”, empieza a rodar una nueva película, llamada “The Dueling Cavalier” (El caballero de los duelos) y durante el rodaje, aparece el cine sonoro, lo cual obliga al Estudio a convertirla de silente a sonora. Durante la transición que experimenta el rodaje de “The Dueling Cavalier”, aparecen las complejidades típicas de un cambio en tecnología, actuación, lenguaje, y voz. 

Durante el rodaje, aparece la joven corista aspirante a actriz Debbie Reynolds (Kathy Selden), a quien Kelly conoce accidentalmente mientras se escapa de sus fans y se enamora de ella. En el estreno de la película derivada de “The Dueling Cavalier” es evidente la distorsión que crea la voz aguda de Lina generando risotadas de la audiencia. Lina sale al escenario del teatro a cantar para demostrar que su timbre de voz es adecuado, en el entendido que Reynolds la doblara detrás de la cortina. Kelly y su amigo Donald O'Connor, mientras Lina hace que canta, corren la cortina y Lina queda al descubierto. 

Singin in The Rain, se construye en torno a las posibilidades cómicas implícitas en los problemas a los que se enfrentaban los actores y los estudios que hacían la transición del cine mudo al cine sonoro a fines de la década de 1920. 

Esta situación, en la que una industria que se ocupa de la fantasía y la ilusión debe adaptarse a una nueva tecnología, fue trágica para varias estrellas de cine que, debido a la falta de dicción y disparidad entre la imagen y la voz, sus carreras se vieron disminuidas por las exigencias de la película parlante.

Cantando bajo la Lluvia, es producida por Arthur Freed (1894–1973), quien también es el autor de la letra de las canciones y fue conocido entre otras por haber sido el productor asociado de El Mago de Oz. La película es codirigida por Stanley Donen (1924-2019) y por Gene Kelly (1912–1996) quien creó y superviso la coreografía. El guion es original de Betty Comden (1917–2006)y Adolph Green (1914–2002)y los principales protagonistas del film son: Gene Kelly (1912–1996), Donald O'Connor (1925 - 2003), Debbie Reynolds (1932-2016), Jean Hagen (1923–1977), Millard Mitchell (1903–1953). La aparición de Cyd Charisse (1922–2008),es solo en la secuencia musical “Broadway Melody”. Productor, Codirectores y guionistas ya habían trabajado juntos en On the Town (1949) y posteriormente en It's Always Fair Weather (1955). Donen, mientras trabajaba como asistente de coreografía en 1941, conoció y se hizo amigo de Gene Kelly. A su vez, los guionistas Comden y Green, conformaron un exitoso team de comedia musical estadounidense que escribió guiones y a menudo las letras para muchos espectáculos de Broadway y musicales de cine de Hollywood. 

Fueron el dueto de escritores que por más tiempo estuvo unido en la historia de Broadway. Este maravilloso equipo, con Kelly y Donen a la cabeza, inicia una revolución del género musical y Cantando bajo la lluvia forma parte de ella. Los bailes y canciones salen a la calle y abandonan los escenarios.

En los 30,s y 40,s los musicales no habían logrado desligarse totalmente de su origen teatral y contenían una narración mínima, que se utilizaba como excusa para dar entrada a los números musicales. 

Lo fundamental eran las espectaculares coreografías, sobre todo las del gran Busby Berkeley, y las parejas de bailarines protagonistas, entre las que destacaba la formada por Fred Astaire y Ginger Rogers. Kelly inicia un nuevo musical que se desliga de los referentes teatrales y otorga a la narración un peso específico dentro de la película. La danza y las canciones se integran, de modo natural y no forzado, de tal manera que los números musicales son la continuación lógica de la acción. Cantando Bajo la Lluvia tiene 3 secuencias musicales formidables, y una absolutamente memorable: la secuencia de la canción “Make 'em Laugh”, interpretada por Donald O'Connor, es una de “las más asombrosas y divertidas secuencias jamás filmadas, buena parte de ella está hecha con largas tomas. O'Connor lucha con un muñeco, sube por las paredes, gira de espaldas, sacude su cuerpo como si fuera una muñeca de trapo, rueda por los suelos, choca con una pared de ladrillos y una tabla de madera y se estrella contra el telón de fondo” (Roger Ebert).

La secuencia del “Broadway Melody”, es protagonizada fundamentalmente por Kelly con acompañamiento de Cyd Charisse, y a diferencia de las otras secuencias que son individuales o de máximo 3 protagonistas, esta es la secuencia coral, un gran número musical, que evoca nostálgicamente los musicales de la era dorada, con una magistral utilización del technicolor y combinación de colores, una monumental coreografía y diseño de producción, así como una avanzada e innovadora rutina musical de Kelly y Charisse que ya presagiaba, nueve años antes, los bailes de Jerome Robbins en West Side Story.
 
Esta secuencia mezcla la elegancia y el glamour del musical clásico, con la avanzada propuesta de todo el equipo de Kelly y Donen. La secuencia de la canción “Good Morning”, se desarrolla en los espacios de una casa y sus bailes tienen una sincronización estupenda y demuestran el talento de Debbie Reynolds que tenía 19 años cuando se rodó el film.

La memorable secuencia en que Kelly canta Singin in The Rain, se da cuando Kelly y Reynolds se dan cuenta que están enamorados. Ese es el motivo del baile. Kelly sale de casa de Reynolds y camina por la calle, cantando bajo la lluvia. A el no le importa mojarse, porque está enamorado, y canta y baila con un paraguas, se sube a un farol, baila zapateado entre la acera y el pavimento, chapotea el agua. Su acompañante es el paraguas y su pareja la ilusión. Cuando llega el policía de turno, le regala el paraguas a un transeúnte. En un brillante análisis plano a plano de esta secuencia, Peter Wollen muestra cómo Kelly entreteje hábilmente la danza y los elementos musicales en la narrativa, combinando con éxito dos tradiciones distintivas dentro de la Danza Americana: el Tap y el ballet.

Cantando Bajo la Lluvia mantiene una gran frescura y fortaleza en el tiempo gracias a 3 aspectos, que son: La Historia del Cine: la película relata las tribulaciones de los cineastas durante este complejo período de transición del año 1927 cuando se estrenó The Jazz Singer (El cantante de jazz) que fue el primer largometraje comercial con sonido sincronizado; su enorme impacto cultural: muchos musicales se han inspirado en Cantando bajo la lluvia. 

El hecho de que la película esté tan fuertemente referenciada a nivel de cine y televisión es la mayor validación de su impacto global. La extraordinaria secuencia musical de arranque de La LaLand, está impregnada de Cantando Bajo la Lluvia, y aquella es un homenaje a esta, tratando de recrear la coreografía, los colores y el deja vu del technicolor. El director de La LaLand, Damien Chazelle, junto con Ryan Gosling y Emma Stone, estuvieron escudriñando los archivos de Gene Kelly en casa de su viuda Patricia Ward Kelly; y el 3er aspecto es la Nostalgia: es imposible ver la película sin sentir un poco de nostalgia. Singin in the Rain, es estrenada en 1952, por lo tanto, no pertenece a la época dorada de los musicales de la MGM, pero, es un modelo de la perfecta experiencia cinematográfica clásica, vibrante tecnicolor, actuaciones alegres, presencia de Gene Kelly en la pantalla, nostalgia en sí misma.

Cuando vemos la película, su producción nos hace recordar una época, mientras que su narrativa nos permite mirar hacia atrás a otra combinación de nostalgia con alegría y diversión. Esta considerada el mejor musical de todos los tiempos por su a temporalidad, persistencia en el tiempo, técnica y sincronización coreográfica, surtido de canciones perfectamente conectadas con la narrativa, alegría y comicidad, y por mezclar los elementos del musical clásico y el moderno.

Gene Kelly fue un gigante del cine con un legado invalorable. Kelly fue actor, cantante, director, y un extraordinario bailarín, y coreógrafo. La imagen de Gene Kelly aparece indisolublemente unida a algunos de los musicales míticos de Hollywood de los años cincuenta, como Cantando bajo la lluvia, Un día en Nueva York y Un americano en París, de los que él mismo manejo las coreografías, e incluso participó como codirector en los dos primeros. Su estilo ágil y atlético, combinado con una depurada técnica, revolucionó el concepto de la danza masculina en el campo del musical cinematográfico.

A Gene Kelly a menudo se le compara con otro famoso bailarín de cine, Fred Astaire, Gene Kelly tenía su propio estilo único. Llevó la danza a la vida real en sus películas, actuando en gran parte con ropa normal y en escenarios comunes. "Todo mi baile surgió de la idea del hombre común", explicó Kelly una vez. Fred Astaire, por su parte, era un virtuoso del baile, desafiaba la gravedad, y con gran elegancia. Gene Kelly era terrestre, atlético y sincronizado y Astaire era elegancia y espíritu. Kelly era un creador y Astaire un insigne bailarín.

Cando disfrutamos viendo grandes musicales del cine, posteriores a 1952, como: West Side Story (1961), My Fair Lady (1964), Mary Poppins (1964), The Sound of Music (1965), Cabaret (1972), Saturday Night Fever (1977), All That Jazz (1979), Moulin Rouge! (2001), siempre encontraremos algún elemento del legado de Cantando bajo la lluvia.







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