Golpes, ruptura y transición
Historia 02/07/2019 05:00 am         


Por Agustín Blanco Muñoz: Mientras el mundo sea de los usurpadores no habrá transición ni verdaderas libertades.



Agustín Blanco Muñoz

A 208 años de la firma del Acta de una Independencia, que se proclama como una derivación del golpe de Estado que se le da a Emparan el 19 de Abril de 1810, en este expaís mantiene plena vigencia esa práctica. Lo que se ha dado en llamar república está unida a una sucesión de asaltos dirigidos a suplantar a quienes conducen el aparato estatal. Esto significa que la violencia tiene la mayor jerarquía y permanencia. Por una parte está la que corresponde al organismo centro del poder y por la otra la de quienes aspiran al mismo. De allí el ambiente de inestabilidad política y la continua conmoción que repercute en el sentir y la vida social en general.

Pero aquí se plantea hoy la necesidad de poner en práctica una transición, una vez derrotada lo que se califica como usurpación ¿De qué se habla? La usurpación conlleva la apropiación violenta, arbitraria de una cosa, una propiedad o un derecho que pertenece a otra persona. Es un despojo, asalto violento, un aplastamiento total y continuado.

Esa es la siembra de los invasores disfrazados de descubridores en 1492. Dijeron encontrar estas tierras y su gente para convertirlos en propiedades. Instalaron entonces el Estado de los descubridores, del terror, la zozobra, el padecimiento, el exterminio. Y ese signo permanece en una sociedad que no hace conciencia de que nadie descubre a nadie y que es hora de forjar un propio destino.

En 1810-11, el llamado movimiento independentista no se propone acabar con la usurpación sino cambiar de usurpadores. Por ello, al no llegar a un acuerdo con Fernando VII, se fue a una guerra en la cual conquistan una independencia que hace de los militares, del partido militar, el nuevo centro de la usurpación que se ha mantenido a lo largo del “período republicano”.

De modo que al hablar de transición se impone la tarea de crear algo distinto, diferente a lo existente. Tiene que haber una ruptura con lo vigente para que se dé el cambio hacia algo nuevo, con otro contenido, naturaleza y sentido.

En términos históricos la transición es el paso de un modo de producción y vida a otro. Pero ¿ha habido una total ruptura-cambio en unos modos de producción que mantienen viva la explotación? Y si es así, ¿cómo forjar una historia de justicia?
Mientras el mundo sea de los usurpadores no habrá transición ni verdaderas libertades.

Tomado de: Últimas Noticias





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