Guyana a la Ofensiva
Análisis 28/06/2020 08:00 am         


La CIJ se reúne en La Haya para conocer la demanda de Guyana contra Venezuela, en otro episodio que podría ser decisivo en la larga controversia limítrofe entre los dos países por El Esequibo



La Corte Internacional de Justicia en La Haya celebrarà el 30 de junio una audiencia en videoconferencia para conocer la demanda unilateral de la Repùblica Cooperativa de Guyana contra Venezuela en la histórica disputa por el territorio Esequibo. La sesión había sido suspendida por la cuarentena del coronavirus en la convocatoria pautada el pasado mes de marzo. A ùltima hora “en una decisión que no tiene precedente” según un comunicado de la cancilleria venezolana, se tomò por primera vez con sospechosa urgencia la via audiovisual. El gobierno nacional recuerda tambièn que en una reunión celebrada el 18 de junio de 2018 con la delegaciòn encabezada por la vicepresidenta Delcy Rodrìguez y el canciller Jorge Arreaza; se advirtiò que “la acción unilateral de Guyana carece de fundamento legal para la juridicciòn de la Corte.
Como se conoce Venezuela rechaza la instancia de la Corte al igual que durante muchos años antes lo hizo Guyana una vez que los gobiernos venezolanos denunciaran la vigencia del Laudo Arbitral de Paris firmado en 1899 y que despojara al pais de una importante porción del territorio Esequibo; sentencia que se firmò en la capital francesa el 3 de octubre de 1899 dos años después del llamado Tratado Arbitral de Washhigton. El dictamen resultò favorable al Reino Unido al adjudicarle el territorio conocido como Guayana Esequiba de 159.500 km2 al oeste del Rio Esequibo. Venezuela rechazò el dictamen por considera que la sentencia adolecía de graves vicios de nulidad. Sin embargo no fue hasta 1962 cuando el tema fue denunciado y considerado por las Naciones Unidas durante el gobierno de Ròmulo Betancour.t


ACUERDO DE GINEBRA

La controversia de este modo se trasladò a las negociaciones entre Venezuela, Gran Bretaña e Irlanda del Norte y posteriormente ratificados por Guyana al alcanzar la independencia del Reino Unido y que concluyò con su firma el 17 de febrero de 1966, para buscar una solución política negociada (toda vez del desconocimiento venezolano al Laudo de Parìs), para lo cual se escogió la fòrmula del “buen negociante”, un funcionario escogido por el Secretario General de la ONU y que se encargarìa de comùn acuedo con las partes en buscar y encontrar vìas para bajar las tensiones y lograr un esquema de acuerdo por la vìa del consenso ò el avenimiento a una fòrmula común.


25 AÑOS SI ACUERDO

El 2013 a los 25 años de las gestiones de “buenos oficios” sin resultados y màs bien con el agravamiento de las diferencias y tensiones políticas entre los dos países, el gobierno de Georgetown recurrió ante el secretario general de la Organizaciòn Ban Ki-Moon, para solicitar el cese de las gestiones conciliatorias, ante lo cual el diplomático solicitò y ordenò una pròrroga cuando menos de un año para tomar una decisión y evaluar la respuesta venezolana. La cancillería de Maduro, como era natural y sobre la base de un sentimiento nacional que va màs allà de oposición y gobierno insistió en que rechazarìa la simple invocación del Laudo de Paris y que sòlo confiaba en el camino de las negociaciones. Ante ello el nuevo secretario general desde 2017, Antònio Guterres y ante la firme e irrevocable posiciòn histórica de Caracas, decidió continuar el caso en el plano jurìdico ante la Corte Internacional de Justicia que se reunirá a partir del ùltimo dìa de junio en el Palacio de la Paz en La Haya.


¿QUE PASARA?

Ausente Venezuela y descartadas las vías de la negociaciòn —que como recuerda el internacionalista y exembajador en Guyana Sadio Garavini—, han marcado decisiones limítrofes recientes como en los casos de Colombia y Nicaragua; Chile y Bolivia y Argentina y Chile, las consideraciones a ser aprobadas en este caso serán sobre aspectos jurídicos que son la base del Laudo Arbirtral de 1899 y que fuè cuestionado y rechazado por la representaciòn venezolana porque sus conclusiones estuvieron teñidas por el fraude y el comportamiento desleal y ventajitas de los jueces de entonces y no por el contenido mismo de los documentos consultados. Por ello Guyana siempre apoyò la vìa judicial y ahora con mayor razón ya que ese país ha visto fortalecido su peso geopolítico en la zona con el apoyo de Estados Unidos y sus paìses amigos; las naciones del CARICOM, y porque además en los últimos años la zona se ha revelado como una poderosa reserva petrolera y con un nivel de crecimiento —tal como lo recuerda Garavini—, que en plena crisis del coronavirus se estima en màs del cincuenta por ciento siendo el màs alto en un mundo amenazado por una devastadora pandemia en la economía planetaria.


 





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