Voto, Abstencion y Consulta
Análisis 13/12/2020 07:00 am         


La elección parlamentaria y la consulta popular definen el rumbo del proceso político a partir del 5 de enero del 2021.



Por Equipo de Política


Si bien era de suponer una alta participación ciudadana en un evento electoral dada la situación crítica del país y la necesidad de un cambio político, el 6 de diciembre ocurrió todo lo contrario. De nuevo, un 70% de los electores sufragó a nivel nacional frente a un 30% de quienes acudieron a las urnas. En ese contexto se facilitó una caudalosa victoria del PSUV y otros partidos del Gran Pueblo Patriótico, que ahora tendrá una representación de 253 de los 277 diputados que integran la Asamblea Nacional.

Las organizaciones opositoras que participaron en la consulta obtuvieron una votación global de 944.665 sufragios, lo que supone el 17,95 % del total, en lo cual se integran 24 legisladores. Las principales organizaciones de este sector resultaron ser Acción Democrática (AD) con 433.000 votos, Alianza para el Cambio con 280.000 sufragios, COPEI con 175.000 votos y Avanzada Progresista con 156.000 sufragios, lo cual reconfigura el cuadro electoral antimadurista que en las elecciones presidenciales del 2018, cuando resultaron favorecidas AP con la candidatura de Henry Falcon y APC con la postulación de Javier Bertucci. En aquel momento, AD ni COPEI participaron, y en esta oportunidad lo hicieron como resultados de crisis y divisiones internas destacándose las cifras obtenidas por Acción Democrática, ahora bajo la conducción de Bernabé Gutiérrez, que recupera de este modo su histórico papel como partido tradicional.

Los resultados fueron previamente cuestionados por el G4 que agrupa los partidos opositores de mayor reconocimiento y por instancias internacionales como la OEA (ahora con una declaración de la Asamblea General) y la Unión Europea, así como también los países que conforman el llamado “Grupo de Lima” con las presencias destacadas de los vecinos Colombia y Brasil. A diferencia de la votación anterior, en este caso los partidos que resultaron derrotados reconocieron las cifras del CNE y avalaron la legitimidad del proceso al igual que varios países que reconocen al gobierno de Maduro como Rusia, China, Irán y Turquía, entres otros.


RUTA DIFÍCIL

De esta manera, el oficialismo ejercerá al igual que hasta 2015, el control hegemónico del poder legislativo, lo cual le permitirá de alguna manera “religitimarse” ante la comunidad internacional que en buena medida ha venido reconociendo a Juan Guiado como Presidente Interino en razón de su apoyo parlamentario. Deberá, afrontar sin embargo, una clara definición sobre el futuro del país. Nicolás Maduro ha anunciado que la AN será un escenario para el debate y coincidencias con todos los sectores nacionales, sin embargo, en el seno del partido del gobierno existen sectores que por el contrario sostienen que ahora existen condiciones para radicalizar la vía al socialismo.
Los resultados han acentuado los enfrentamientos en el campo opositor, como producto de la derrota electoral pero también en relación a la futura estrategia para asegurar un cambio de gobierno como requisito para un proceso de reconciliación nacional que cada día resulta más urgente ante la magnitud de la crisis que atraviesa el país.


CONSULTA POPULAR

Con antelación, los partidos del G4 y en especial, los grupos que apoyan a Juan Guiado habían convocados a una consulta popular cuyos resultados contrapesarían lo que ya se vaticinaba como una aplastante victoria oficialista por ausencia de contendores sólidos en las urnas.
La consulta se realizó a través de unas preguntas que respondieron los ciudadanos respecto a la situación del país desde el 7 hasta el 12 de diciembre. Tras algunos cambios, quedaron definidas tres preguntas orientadas, primero, a rechazar el evento del 6 de diciembre, con el que el oficialismo recuperó la Asamblea Nacional (AN); segundo, a solicitar elecciones presidenciales y parlamentarias libres; y tercero, a pedir todo el respaldo de la comunidad internacional.

La abogada Blanca Rosa Mármol de León, miembro del grupo que promueve el evento, dijo este lunes en rueda de prensa que el único fin de la consulta popular era lograr la ayuda internacional. “Lo necesario no es la consulta, sino la ayuda internacional”, expresó. Como recordó este martes el líder opositor Juan Guaidó, en una transmisión a través de sus redes sociales, se pudo participar a través del portal www.consultaporvzla.com, la aplicación VOATZ y Telegram.

La jornada si bien no tiene un carácter vinculante, sus resultados que por la propia naturaleza del evento deben superar holgadamente la votación parlamentaria, tendría un efecto mediático importante, ya que cuenta con el apoyo de Estados Unidos y otros países, y se considera como el relanzamiento de la propuesta de Juan Guiado de la “Operación Libertad” de enero del 2019.


HABLA CAPRILES

Días antes de las elecciones parlamentarias, el excandidato presidencial de la Mesa Unidad Democrática (MUD) en 2012 y 2013, promovió un debate sobre la conveniencia de participar en la votación, siempre y cuando se diera determinadas condiciones previas, pero finalmente, se abstuvo de convocar directamente a la votación, pese a que ratifico su confianza en el cambio electoral y sus críticas a la línea de abstención.
El día 9 de diciembre, se conocieron las declaraciones ofrecidas por Capriles Radoski a la BBC, en la cual emite juicios polémicos sobre el proyecto Guaido y la situación de la oposición nacional, entre otras cosas expresó lo siguiente:

“Para mí el gran perdedor del proceso del 6 de diciembre es el país, porque la solución a la crisis política se distancia más y por lo tanto, la solución a los grandes problemas de los venezolanos. El 6 de diciembre fue soledad, el silencio de los venezolanos fue contundente, pero fue un silencio huérfano”. “El peor escenario para la oposición es mantener el statu quo que tenemos ahora. Algunos lo quieren mantener. Maduro con su Asamblea y nosotros hablando de prorrogar la actual, de darle continuidad. Es un precedente bastante complejo para el futuro, porque abrimos la puerta para que Maduro diga que le va a dar continuidad a su gobierno sin hacer una elección”.

Y sobre el planteamiento de prorrogar la operación libertad o plan Guaido que busca ser fortalecido con el resultado de la consulta popular fue categórico: “No hay que inventar figuras, sino salir a lograr un concierto de la comunidad internacional con Estados Unidos, Europa, el Vaticano, los países de América Latina. Tratar de alinear a toda la comunidad internacional para asumir la solución política sobre la base de un acuerdo que coloque las sanciones como instrumento para negociar una reinstitucionalización del país: un nuevo poder electoral que permita recuperar la vía del voto y un cronograma de elecciones para dos procesos no reconocidos por el mundo: presidenciales y las de un parlamento reconocido. La postura de Estados Unidos va a ser fundamental”.

De esta manera, a partir del 5 de enero del 2021, cuando deba instalarse la nueva Asamblea Nacional, se inicia una nueva etapa en el convulso proceso político venezolano.

Análisis del Periodista Manuel Felipe Sierra








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