Ni Sant Jordi Ni Cervantes
Bulevar 26/04/2020 07:00 am         


Tras el aplazamiento de la celebración del Día del Libro, tradicionalmente realizada el 23 de abril, se propuso una nueva fecha para las citas de Sant Jordi y la entrega del premio Cervantes



El Día Internacional del Libro se celebra los 23 de abril ya que se atribuye a esa fecha de 1616 la muerte de Miguel de Cervantes. Por ese motivo, en esa fecha se celebratradicionalmente una serie de actividades culturales alrededor de la lectura, una de las más destacadas es paraSant Jordi (santo patrón de Cataluña), que este año no se celebró a causa de la crisis sanitaria desatada por el coronavirus. La Cambra del Llibre,que agrupa a editores, libreros, distribuidores e impresores, y el Gremi de Floristes, anunciaron una fecha alternativa para Sant Jordi: el 23 de julio. Cuando se anunció el aplazamiento se planteó "celebrar, antes de las vacaciones de verano, el Día del Libro con paradas y firmas de autores en la calle”, siempre que la COVID-19 lo permitiera.

También prevista para el 23 de abril, la entrega del Premio Cervantes 2019, que en esta edición recayó en el poeta catalán Joan Margarit, fue pospuesta. Aún no hay fecha confirmada para su entrega. Se trata de la primera vez, desde la creación del Premio, en 1976, que no se celebró la ceremonia de entrega. Si el control de la crisis sanitaria evoluciona favorablemente, las calles catalanas podrían llenarse en pleno verano de paradas de rosas y libros. En un comunicado conjunto, han informado que “conscientes de que el día 23 de julio todavía se tendrán que mantener las medidas de distancia social para proteger la salud de todos, los gremios se ponen a disposición de las administraciones públicas”.

Sant Jordi es un momento clave para la colocación de libros y novedades.Cataluña concentra casi la mitad del mercado editorial español: un 49%. Entre esta comunidad autónoma y Madrid se concentra el 92,9% de la facturación global. Es de sobra conocida la fuerza del libro en español que se asienta en Cataluña. En Barcelona están concentradas 290 editoriales afiliadas a la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), entre ellas el Grupo Planeta, el primero en España y el sexto en todo el mundo y que agrupa más de cien sellos, 15.000 autores y vende un promedio 130 millones de libros cada año.

En 2019, el Gremio de Libreros de Cataluña la facturación del pasado Sant Jordi se incrementó un 0,6 % con respecto a 2018 hasta alcanzar los 22,16 millones de euros y los 1,64 millones de ejemplares vendidos. El aplazamiento, o en tal caso su suspensión, es un golpe duro para un sector que ya vislumbra el tiempo de vacas flacas. Si la crisis de 2008 supuso pérdidas de hasta 40%, la crisis del coronavirus tendrá repercusiones mucho más graves.

La Feria del Libro de Madrid, que se celebra durante la primavera en el paseo de coches del Parque El Retiro, se aplaza en esta ocasión hasta otoño. El comité organizador integrado por libreros y editores ha estimado pertinente mover la celebración de la edición correspondiente a 2020 a las fechas del 2 al 18 de octubre, debido a las medidas de control ante la expansión del coronavirus.


LARGA LISTA

El pasado 4 de marzo, la Feria del Libro de Londres canceló su edición de 2020, que tendría lugar en el Centro de Convenciones Olympia, en West Kensington, del 12 al 14 de marzo. El asunto supuso un revés para cientos de editores, agentes literarios y autores, ya que es el evento editorial más grande del Reino Unido y centro neurálgico de venta de derechos. Reúne a visitantes provenientes de 135 países y 25.000 profesionales del sector editorial que asisten de manera habitual.

No fue la única cita del sector que sucumbe ante el control y prevención de la epidemia. La Feria del Libro Infantil de Bolonia, que debía abrir sus puertas en esa ciudad italiana el 30 de marzo, aplazó su apertura. A comienzos de semana, el Salón del Libro de París desconvocó su inauguración, prevista para el 20 de marzo, y justo el martes se canceló la Feria del Libro de Leipzig, en Alemania, un día después de la confirmación del primer caso de coronavirus en el estado federado de Sajonia.

La Feria del Libro de Buenos Aires y Bogotá también se suspendieron. Los festivales literarios dirigidos al gran público también. La primera Bienal de Literatura de Madrid, prevista del 26 al 29 de marzo también fue aplazada. Hace casi una semana, el ministro de Cultura José Manuel Rodríguez Uribes compareció para comentar la situación del sector. Excepto la frase "no dejar a nadie atrás", que repitió de forma insistente, no hubo concreción alguna en posibles planes de inyección de dinero o acciones directas para reajustar la dinámica.

Aludió a las intenciones o las acciones puntuales de reprogramación de las actividades culturales, pero no dio detalles sobre calendarios concretos ni posibles ayudas, como sí lo han hecho otros países en Europa. Aseguró que no se han movilizado fondos específicos, pero sí generales, sin mayor detalle. Supeditó al criterio de "los expertos" la reanudación de la actividad de las artes escénicas, museos, festivales y demás citas culturales. Parafraseando a OrsonWelles, aseguró que "primero va la vida y luego el cine aunque la vida sin el cine y la cultura tiene poco sentido”. Así concluyó. Pocos días después, y ante la polémica por su inacción, medio centenar de organizaciones de la cultura y la música cargaron contra el ministro y reclamaron medidas para el sector.

Tomado de Vozpópuli







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