Hubo una época en que la espera para ver Sábado Sensacional, cuando el maratónico organizaba increíbles concursos y traía a las estrellas más rutilantes del mundo, se hacía más ligera gracias a las películas que formaban parte del espacio Cine Mexicano. Venevisión transmitía, a la 1:00 pm después de El Informador, muchos de los títulos que habían contribuido a darle forma a la época dorada de la industria del séptimo arte desarrollada al norte de Latinoamérica. A través de Cine Mexicano, varias generaciones podían mantenerse en contacto con los ídolos de su infancia, mientras las más nuevas tenían la oportunidad de conocer a Arturo de Córdova, Libertad Lamarque, Resortes, Luis Aguilar, Jorge Negrete, Pedro Infante, María Félix, Sara García, Dolores del Río, Pedro Armendáriz, María Victoria, La Tongolele y muchos otros que amaban, odiaban, reían y lloraban en blanco y negro. En ese espacio era frecuente toparse con largometrajes protagonizados por Germán Valdés, mejor conocido por el público como Tin Tan. El monstruo de la comedia también cantaba (de hecho, es la voz en español de Baloo en la famosa película de Disney, El libro de la selva) y bailaba los ritmos de moda (mambo, chachachá, guaracha, etc.) con un estilo “desparramado” que permitía que sus pantalones bombachos y sus chaquetas gigantescas volaran frenéticamente.

Entre 1943, año de su debut en la gran pantalla, y 1973, año de su fallecimiento, Tin Tan rodó más de 100 películas. Muchas constituían parodias de clásicos de la literatura universal o de exitosos filmes que servían de inspiración, como puede deducirse de los títulos: La marca del Zorrillo, Simbad el mareado, El bello durmiente, El ceniciento, El vizconde de Montecristo, El gato sin botas, Los tres mosqueteros y medio, Rebelde sin casa, El fantasma de la opereta, El violetero y Tintansón Crusoe, entre otros exitosos. Además de la parte artística, hay un aspecto familiar del artista mexicano que resulta atractivo. Tin Tan fue hermano mayor de Ramón Valdés, el inmortal Don Ramón de El chavo del 8, y de Antonio “El loco” Valdés, padre del cantante Cristian Castro.

Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo, como fue bautizado, dejó seis hijos y un legado cinematográfico que se vuelve más valioso por el poder de la nostalgia, ese sentimiento tan humano como la respiración. Un cáncer hepático se lo llevó temprano; solo tenía 57. Hoy hubiera cumplido 105. Es la excusa perfecta para recordarlo en este lado del mundo, donde cantó junto al guitarrista Marcelo, en el Teatro Principal de Caracas. Eso fue por allá, por 1946.