La venta de las cinco telas fracasó ya que no se presentaron interesados en adquirir los cuadros. La Casa no aclaró los motivos de lo ocurrido, aunque los elevados valores pedidos y las dudas sobre autenticidad de las telas seguramente tuvieron influencia. Sin embargo, se logró vender dos objetos que supuestamente pertenecieron a Hitler: un jarro de porcelana de Meissen, por 5.500 euros (6.200 dólares), y un mantel por el precio mínimo de 630 euros (unos 700 dólares).

Ulrich May, el alcalde de Núremberg, antiguo bastión del Reich y donde se realizó la oferta, denunció en el diario Süddeutsche Zeitung una iniciativa de "mal gusto". El miércoles, el catálogo incluía otros 26 cuadros. Estos tuvieron que ser retirados después de que la justicia alemana se los incautara, con 37 obras más firmadas "A. H." o "A. Hitler", por dudas sobre su autenticidad. Las pinturas y los objetos provenían de 23 propietarios diferentes, según Weidler, que niega cualquier irregularidad y dice cooperar con la policía y la justicia. "Estamos investigando en la fiscalía de Núremberg sobre sospechas de falsificación y tentativa de fraude", señaló por su parte la fiscal general Antje Gabriels-Gorsolke.