Aquel Lunes, 13 Noviembre de 1950
Historia 08/11/2020 07:00 am         


La investigadora y docente de la UCV recrea en esta crónica lo ocurrido hace setenta años un lunes caraqueño, que se incorporó a la historia nacional.



Por Ocarina Castillo D´ Imperio


La ciudad de Caracas vio trastornarse la tranquilidad de su mañana. Era aún una ciudad relativamente pequeña que albergaba alrededor de seiscientos mil habitantes, disfrutaba el clima fresco de los últimos meses del año y experimentaba las tribulaciones propias de un lunes cualquiera en una ciudad que presenciaba desde fines de los años cuarenta el inicio de un importante proceso de transformación que comenzaba a cambiar su faz aldeana para convertirla en una ciudad moderna. Los bulldozers y las cuadrillas de obreros eran los grandes actores del proceso que se ejecutaba en diversas zonas de la ciudad. Entre otras, desde mediados de esos años se adelantaba la construcción intensiva de viviendas para la clase trabajadora, a fin de “acabar con los ranchos de Caracas y las viviendas debajo de los puentes”(El Nacional,18 de julio de 1950); en las inmediaciones de la plaza Venezuela se visibilizaba uno de los signos más importantes de la modernidad: una legión de arquitectos, ingenieros, funcionarios y obreros, tras la batuta de Carlos Raúl Villanueva y de las autoridades del Instituto Ciudad Universitaria (ICU),en los terrenos de la aristocrática Hacienda Ibarra, daban forma a la “Ciudad Universitaria de Caracas”, construyendo una obra que haría historia en la arquitectura moderna del mundo.

A la sazón gobernaba en el país la Junta Militar de Gobierno integrada por el Tte. Cnel. Carlos Delgado Chalbaud, Tte. Cnel. Marcos Pérez Jiménez y Tte. Cnel. Luis Felipe Llovera Páez y privaba en vastos sectores de la colectividad la confianza en la “interinidad” de los militares en el poder, razón por la cual se mantenían en espera de la promulgación del Estatuto Electoral, y por ende, de la celebración de los comicios. En la Junta Militar sobresalía, en virtud de su presencia y formación profesional el Presidente Carlos Delgado Chalbaud, quien en un contexto de diferencias y desconfianzas, con sus dotes de político y amplia formación intelectual, había logrado proyectar una imagen de dirigente capaz y probo. Ese lunes- al igual que cualquier otro- los diarios mañaneros ofrecían las noticias del día y el resumen de lo más importante ocurrido en el fin de semana. Así, los titulares sobre la investigación que adelantaba el gobierno entorno a supuestas irregularidades en la Seguridad Nacional, las crónicas deportivas anuncian el viaje a Managua del equipo que representaría a Venezuela en la Serie Mundial de Beisbol Amateur; las crónicas sociales comentaban la actividad que el Comité de Damas Bolivarianas, presidido por la Primera Dama Lucía de Delgado había realizado en el Country Club a fin de recabar fondos con fines benéficos-Los titulares internacionales comentaban los incidentes de la crisis en Corea, reseñando la entrevista en Caracas del canciller Gómez Ruiz con el nuevo embajador de los EEUU recién llegado apenas dos días antes, Noman Armour, sobre la situación coreana y la posibilidad del desencadenamiento de una Guerra Mundial. Otra crisis pero escenificada en el Caribe ocupaba también de los venezolanos: la revuelta de los nacionalistas puertorriqueños liderizada por Pedro Albizu Campos contra el gobierno de Luis Muñoz Marín y la posterior detención de Alibizu quien había manifestado:”Mi pueblo lucha por un ideal y para lograrlo es preciso derramar sangre.”

Los caraqueños dedicaban el tiempo libre, de acuerdo a sus gustos y perfiles culturales y socio-económicos a diferentes actividades: algunos se entretenían revisando las informaciones arqueológicas publicadas a propósito del reciente hallazgo de un Megaterio de 25 millones de años en la población de Siquisique (Estado Lara). Los más aficionados al consumo y con más poder adquisitivo, podían hacer suyo el slogan publicitario que recomendaba: Economice comprando en “SEARS” y dirigirse a la tienda recién abierta en los predios de Bello Monte; si de lo que trataba era de adquirir electrodomésticos resultaba buena opción visitar la “Corporación Americana” para comprar, por ejemplo, un radio Philco a precios inmejorables A los amantes del cine, el Teatro Junín les ofrecía el último estreno de Bolívar Films “Amanecer a la vida” una coproducción mexicano-venezolana, considerada por los críticos “la película más humana del cine venezolano” con las actuaciones estelares de Luis Salazar, Tomás Henríquez, Susana Guizar y el niño Néstor Zavarce y musicalizada por el maestro Eduardo Serrano; los admiradores del cine norteamericano asistían al Teatro Lido donde se exhibía “La Torre Blanca” con Glenn Ford y Valli, film en inglés con títulos en español y en el que el público encontraría “emociones que le helarán la sangre” Por otra parte, los aficionados a lo esotérico plenaban la sala del Teatro Nacional donde Mr. Fassman- en compañía de miss Deyka-mostraba sus cualidades de telepático, hipnotizador y clarividente. Los amantes de la fiesta taurina comentaban el clamoroso triunfo del diestro César Girón en su faena del Nuevo Circo la tarde del 6 de noviembre.

Pero todos los caraqueños, en sus diferentes condiciones económicas, sociales, políticas y culturales se impactaron el lunes 13 de noviembre hacia el final de la mañana ante la noticia que cundió con rapidez:”Asesinaron al Coronel Delgado”, “Mataron a Delgado Chalbaud”, ”Dieron muerte al Presidente”-----al principio el suceso corrió de boca en boca, sigilosamente. Unos minutos después la trasmitía la radio y un rato más tarde era confirmada por los voceros oficiales:”Primer magnicidio en la Historia de Venezuela” Se expresaron entonces sentimientos encontrados; temor, sorpresa, intriga, rabia. Se barajaron nombres e hipótesis acerca de los posibles responsables. En el ambiente de tristeza y luto que poco a poco se fue adueñando de Caracas, todo el mundo parecía tener “su explicación”, su verdad. Y ese mismo día, también en extrañas circunstancias, el otro protagonista de la historia, Rafael Simón Urbina se lleva en su silencio definitivo la causa y objetivo del secuestro-asesinato, no sin antes dejar algunas pistas que estimularán la investigación en los medios policiales y las habladurías de los políticos. La colectividad acompañó- entre el pesar y el asombro- el féretro del Presidente de la Junta, rindiéndole un respetuoso reconocimiento. Todos- quizás por razones ampliamente disímiles- se preocupaban por lo ocurrido y por el futuro inmediato. Algunos porque estimaban al Coronel Delgado y tenían puestas en él su confianza, otros sin estimarlo demasiado, lo consideraban “el mal menor” en ese gobierno militar, otros, porque constituía la esperanza del retorno al orden civil y democrático, todos, en fin, porque era fácil predecir que a partir de ese momento se convertía en el indiscutido hombre fuerte del gobierno.

Esa mañana, tarde y noche de noviembre quedó intacta en muchas memorias con su carga de desconcierto y aflicción. La música sacra, las explicaciones repetidas una y otra vez en voz baja, el lento cortejo por las calles de Caracas, la expectación por el desenlace, se asociaron al nombre de un personaje esquivo, fugaz, e incluso, un tanto misterioso que jugó un importante papel en el escenario político-militar venezolano a mediados del siglo XX: Carlos Delgado-Chalbaud Gómez.



Carlos Delgado Chalbaud, Biblioteca Biográfica Venezolana.
 





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