El Mito del Santo Grial
Historia 19/09/2021 08:00 am         


“Del mismo modo tomó el cáliz y le dijo a sus discípulos tomad y bebed todos de él porque esta es mi sangre del nuevo pacto, que por mucho es derramada de los pecados”



Por Darwin Sánchez


En la actualidad se define al Santo Grial como el recipiente utilizado por Jesucristo en la última cena; por muchos, considerada la máxima reliquia de la Cristiandad; la historia le añade un valor adicional y es que José de Arimatea (tío abuelo de Jesús) recogió en ella la sangre de Cristo luego de su crucifixión; y de allí una infinita literatura de este objeto religioso. Cronológicamente y para protegerlo de los detractores del cristianismo los soldados de las cruzadas lo guardaron secretamente, pues en la Medievo se le atribuye al «Grial» poder para redimir los pecados y la purificación del alma.

Los historiadores más escépticos apoyan la teoría de que es solo un mito, que comenzó a popularizarse con «El Cuento del Grial» del poeta francés Chrétien de Troyes en el año 1.100 d.C. donde se centra en la pieza definida como una roca caída del cielo, es en ese texto donde se acuña el término «grial», que se perfecciona por su paisano y colega Robert de Boron, a final del siglo XII, que lo describe como la copa de la Última Cena y hace la vinculación con el libro de Mateo ya mencionado, en su obra «Jesús de Arimatea» en el que el Rey Arturo y su caballero Percival lo descubren en Glastonbury, Inglaterra. En definitiva, es allí la primera vez que se da el nombre como lo conocemos hoy «El Santo Grial». Lo cierto es que al pasar los siglos aumenta el misticismo al respecto y los cazadores de reliquias, y se debe a las altísimas recompensas por su eventual hallazgo.

Así mismo, se incrementa el turismo religioso; como ejemplo La Catedral de Valencia que posee el «Santo Cáliz» o La Catedral de Génova que exhibe el «Santo Patino», sin duda han sido piezas que desbordan miles de cristianos para contemplarlos cada año, por mostrar un objeto perteneciente al mismísimo Jesús.

Si aplicamos la lógica esta preciada y anhelada copa no parece ser propia de un carpintero judío, humilde y sencillo del año 32 a.C. así que entonces surge la hipótesis del escritor e historiador Grigor Fedan, se trata de una equivocada interpretación de la reliquia del Santo Grial, que según éste se refiere a un Evangelio escrito por el hijo de Dios y su descubrimiento cambiará para siempre el Cristianismo, y se pudiera encontrar estas escrituras en las montañas más altas del Sahara, Tibesti. Esta creencia basada en simbolismo, avivada en las últimas décadas por la novela «Código de Da Vinci» del escritor Dan Brown quizás no es más que esa necesidad del hombre por apoyarse en algo material para creer verdaderamente.







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