A partir de la advertencia del diplomático venezolano derivadas de noticias confusas de los espías de Monagas, produjo inquietud entre las relaciones de ambos países, pues en Caracas manejaban la teoría que en el puerto de Nueva York estaba listo el barco Benjamin Franklin, de propiedad privada y que estaba poderosamente armado para una acción naval, noticia que se había hecho pública en septiembre de 1854.
Esta embarcación estaba destinada al Gobierno de México, pero Azpurúa, exigió al Gobierno de Washington se embargara el navío alegando que su verdadera misión era atacar a Venezuela.
Asimismo, Azpurúa giró instrucciones al cónsul de Venezuela en Saint Thomas, que solicitara la detención del Catherine Augusta, barco que había partido de Nueva York a finales de agosto de ese año cincuenta y cuatro.

Washington atendió inmediatamente el llamado del Encargado de Negocios de Venezuela e inspeccionó rigurosamente el Benjamin Franklin, y al no hallar pruebas incriminatorias, autorizó levaran anclas. La nave zarpó el 19 de septiembre, pero una vez estando ambos navíos en Saint Thomas, las autoridades portuarias impidieron continuar el viaje y ordenaron el regreso a Nueva York.
«Una amenaza constante e inmediata»
Tanto el Benjamin Franklin como el Catherine Augusta, permanecieron en el puerto de Saint Thomas, hasta que en diciembre de 1854, fueron contratados por una empresa inglesa para el transporte de pasajeros y servicio de correo.
Por su parte, en agosto de 1854, el diplomático venezolano explicó en detalle al Gobierno norteamericano, «la situación de alarma personal que enfrentaba, por los esfuerzos de Páez y sus compañeros para obtener la posibilidad de ir a Venezuela con elementos de guerra y recursos», y su temor «de que los acontecimientos de Venezuela hagan cambiar aquí la posición de Páez».

Port New York 1850
Y mientras eso ocurría, en noviembre de ese mismo año, Monagas envió correspondencia al ministro residente de Estados Unidos en Caracas, quejándose que «su gobierno hubiese dejado partir de Nueva York el Benjamin Franklin con elementos de guerra pertenecientes al General Páez», y que esa embarcación, junto a la Catherine Augusta, «se han aproximado al territorio nacional y son una amenaza constante e inmediata a la tranquilidad de la República». La misiva fue enviada pese a que ya el gobierno de Monagas estaba enterado que en la inspección al Benjamin Franklin en Nueva York, no se encontraron evidencias que corroboraran alguna relación de Páez con el barco, además el Catherine Augusta estaba imposibilitado de navegar por daños severos por lo que permanecía atracado en Saint Thomas.
La respuesta de Washington no se hizo esperar, respondiendo al gobierno del general José Tadeo Monagas, que a petición del Encargado de Negocios de Venezuela, todos los recursos exigidos se cumplieron, y que Estados Unidos nada tenía que ver con un barco detenido y otro en mal estado, ambos fuera de jurisdicción norteamericana.
En cuanto a Páez, los hechos no permiten concluir que el centauro llanero hubiera fraguado una invasión a Venezuela con los barcos detenidos en Saint Thomas.
En diciembre de 1857, el gobierno de José Tadeo Monagas fue derrocado por un golpe de Estado liderado por el general Julián Castro quien llama a una Convención en donde surge un nuevo sistema político que presiden Manuel Felipe Tovar y Pedro Gual.

José Tadeo Monagas
Páez acude al llamado de la Convención de Valencia, y retorna a Venezuela, llegando en diciembre de 1858 a Cumaná para dirigirse en barco a Puerto Cabello y luego a Valencia.
Con una ovación prolongada de estruendosos aplausos, el 6 de enero de 1859, Páez fue recibido por la Convención. Los honores que se le prodigaron fueron contundentes y su nombre volverá a palpitar. Desde aquel día, inevitablemente comenzará una cruenta y sangrienta etapa para Venezuela.
Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y escritor
luisalbertoperozopadua@gmail.com
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Fuente: Venezuela y Estados Unidos a través de dos siglos. Tomás Polanco Alcántara, Simón Alberto Consalvi y Edgardo Mondolfi Gudat. VenAmCham. Caracas, 2000
Diccionario de Historia de Venezuela. Ediciones Fundación Empresas Polar. Consulta en línea: 10/27/2021
*Ramón Azpurúa regresó a Venezuela en 1855 y se dispuso a preparar la colección iniciada por José Félix Blanco, Documentos para la vida pública del Libertador, que será publicada en la Presidencia de Guzmán Blanco. Más tarde, fue varías veces ministro de distintos gobiernos en Venezuela