Maracaibo electrocutada
Identidad 11/10/2019 09:01 am         


Por Enrique Marquez: Una verdadera pesadilla para las familias, el comercio, la industria, para el trabajo productivo, para la educación y el bienestar.



Enrique Marquez 

Desde hace varios años se ha venido señalando la necesidad de atender con eficiencia el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el cual ha sido materialmente destruido por dos décadas de malos manejos, equivocado modelo de gestión, desprofesionalización y corrupción.

Durante los años que van desde la elección de Hugo Chávez. 1998, hasta el año 2007, las inversiones en el sector eléctrico fueron inexistentes. Al llegar HCH al poder el SEN contaba con un importante “colchón energético”, que fue construido en los años anteriores a través de un manejo adecuado del sistema. Diez años después este colchón había desaparecido y se presenta la primera crisis energética de este siglo, debido al déficit de la generación frente a la demanda de energía que venía creciendo.

Al darse cuenta de la emergencia, el gobierno nacional destinó grandes cantidades de recursos económicos, a tratar de revertirla, pero todo se hace mal y los recursos, por malos manejos, improvisación y corrupción, van a parar a un almacén de chatarra que es hoy el parque termoeléctrico del SEN y a los bolsillos de funcionarios y contratistas corruptos. Aunque nadie sabe la cantidad exacta, por la inexistencia de contraloría al respecto, se habla de 120 mil millones de dólares que fueron tirados a la cañería en este criminal acto del gobierno.

Adicionalmente, la Asamblea Nacional aprueba en 2010 una nueva Ley de Servicio Eléctrico que acaba con la descentralización en el sector, aniquila la experiencia regional y crea el monstruo inmóvil y corrupto que es hoy CORPOELEC.

El Zulia y otros estados del país pierden sus empresas regionales que venían siendo ejemplo de eficiencia y de buena gestión. En el caso del Zulia, ENELVEN desaparece y con ella el buen servicio que prestaba. Se queda el servicio eléctrico del Zulia al garete. Se descuida el mantenimiento de las plantas termoeléctricas, se improvisa en su manejo y como resultado la generación local se pierde, generando una profunda e inconveniente dependencia de la energía generada por el Guri.

Las subestaciones eléctricas sufren por la falta de su mantenimiento preventivo y correctivo, con lo cual las fallas en su funcionamiento, las sobrecargas, no se hacen esperar, por lo que la red de distribución de la antigua ENELVEN entra en colapso.

Igualmente ocurre con la interconexión eléctrica de nuestro sistema zuliano con el Guri. De los tres circuitos de interconexión solo uno está activo, construido sobre torres que cruzan el estrecho del Lago de Maracaibo, los otros dos irremediablemente fuera de servicio.

El resultado es lo que vivimos hoy y desde hace demasiado tiempo. Un sistema eléctrico que no brinda la energía que necesita el pueblo zuliano para vivir y para mantenerse y progresar. Una verdadera pesadilla para las familias, el comercio, la industria, para el trabajo productivo, para la educación y el bienestar.

Lo peor de todo esto es que el gobierno, escudándose en el efecto las llamadas sanciones internacionales, se ha quedado de brazos cruzados y no ha desarrollado un verdadero plan de ataque a este problema. Ya van 7 meses de que se iniciaran la serie de fallas catastróficas en el sistema de Guri, y no ha habido avance en la recuperación de esa planta hidroeléctrica, ni tampoco en la reparación de las termoeléctricas zulianas.

Varias veces se ha anunciado la reparación de Termozulia y lo que se han hecho son esfuerzos tímidos y sin ningún avance significativo. Varias veces el Gobernador Prieto ha anunciado el fin del racionamiento eléctrico y sin embargo este se mantiene azotando la paciencia del pueblo zuliano.

No podemos continuar así. Debemos construir un camino que nos permita recuperar nuestra calidad de vida, nuestro trabajo, nuestra productividad. Considero que la solución gira alrededor de un acuerdo de la clase política y de la sociedad zuliana dirigido a concretar varios elementos de gestión pública que acaben con esta situación:

1. Construir un Mecanismo Humanitario, a través del consenso entre la Asamblea Nacional. La Gobernación del Zulia, las alcaldías, el Gobierno Nacional y la sociedad civil, para atender la emergencia eléctrica del Zulia, que recoja un programa mínimo de obras públicas a ser desarrolladas en este marco. Este acuerdo debe contener también los elementos financieros necesarios, incluyendo la posibilidad de financiamiento externo a través de organismos como la CAF. Hasta ahora se han escuchado varias propuestas en este sentido.

a. Incorporación de generación termoeléctrica de emergencia a través de la operación de Unidades de respuesta Rápida o de barcazas generadoras. Esta propuesta ha sido impulsada principalmente por nuestro partido Un Nuevo Tiempo y su líder Manuel Rosales.

b. Incorporación de la interconexión eléctrica con la República de Colombia para la compra de energía al hermano país, en condiciones técnicas y económicas idóneas.

c. Reparación de las unidades termoeléctricas de Termozulia, Planta Ramón Laguna, Planta Rafael Urdaneta y Planta de El Vigía.

d. Continuación de la ingeniería y construcción de una nueva interconexión eléctrica con Gurí a 400 KV.

e. Mantenimiento y reparación de las subestaciones eléctricas de Maracaibo y del resto del Zulia.

2. Exigir al gobierno nacional, para que en conjunto con la AN, procedan a entregar al estado Zulia y sus instituciones, la administración del sector eléctrico zuliano. De esta manera estaremos logrando la constitución de una empresa regional que se ocupe verdaderamente de atender este problema y nos de garantía de confiabilidad en el servicio.

3. Preparar un plan agresivo de formación de los recursos humanos necesarios para el rescate del sector eléctrico zuliano, a través de la participación de la AN, el gobierno nacional, la Gobernación del estado, las universidades públicas y privadas del Zulia y las instituciones técnicas del estado,

4. Preparar un plan de protección de las instalaciones del sistema eléctrico para evitar el hurto de componentes, cables y equipos que tanto daño le ha hecho al mismo.

Estoy consciente de que este camino del consenso para atender los problemas del Zulia es complicado. Hace falta mucha voluntad y abandonar la conflictividad política para atender el reclamo social. De la crisis el gobierno es el culpable, pero de la solución los responsables somos todos.

Cada zuliano, cada venezolano, tiene claro en su corazón y en su mente quien es el culpable de esta oscura tragedia. El tiempo de buscar al culpable ya paso porque ya todos sabemos quién es. Este es el tiempo de salvar vidas, y eso requiere acordarnos incluso con los culpables del desastre, no para aminorar su culpa, sino para entre todos resolver lo que ellos solos ni saben ni pueden resolver, y que es una materia tan urgente, de tan alto costo humanitario, que no puede esperar a que los tiempos de la política y la diplomacia resuelvan el problema del poder.

Tomado de: Panorama






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