“El Gran Impostor”
Política 22/05/2020 07:00 am         


El estratega de la tenebrosidad tiene nombre y apellido: J.J. Rendón ¿Quiénes fueron sus padrinos del lado oscuro?



Por Pastor Heydra


J.J. Rendón de 56 años, quien se auto define como consultor de imagen, publicista, numerólogo y estratega político, es un personaje muy sonado desde el 3 de mayo con la “Operación Gedeón”, cuando apareció firmando con el diputado Sergio Vergara de Voluntad Popular (VP) y supuestamente con Juan Guaidó -quien lo ha negado- un contrato con una empresa de mercenarios, Silver Corp, representada por el exboína verde, Jordán Goudreau, a quien él le adelantó, de su bolsillo, 50 mil dólares. Al decir de Nelson Bocaranda en sus últimos “Runrunes”, él vestirá de negro: “hasta que caiga el chavismo”; aunque dicen sus allegados, que el problema estriba en que no sabe combinar colores de ropa y por eso usa un uniforma lúgubre; aun cuando sí conoce, como buen “bussinesman”, del arte de armonizar los billetes que hace en sus “asesorías”, sintiendo especial predilección por el matiz lechuguino del dólar con el rostro de Benjamín Franklin, “In godwe trust”.

Es un personaje que se diplomó de psicólogo, no se sabe si en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) o en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y siente una afición muy especial, como lo confesó a CNN, por Darth Vader, Anakin Skywalkers, protegido del Rey Palpatine, DarthSidius, el señor oscuro de los Sith, en la saga “StarWars” dirigida por George Lucas. Darth Vader es afecto, como él,al budismo zen, viste de negro con una armadura que es un soporte de vida, que debió asumir por las heridas recibidas en su duelo con Obi Wan Kenobi. Representa el lado oscuro de la fuerza, enfrentada a la orden de los Jedi; la parte luminosa de la misma. Una reminiscencia que al parecer no puede abandonar el inefable J.J.

Sin embargo, según análisis e investigaciones, se trata de un hombre con un profundo espíritu de timador, como lo representó magistralmente Steven Spielberg en el año 2002 en la película “Atrápame si puedes”, protagonizada por Leonardo Di Caprio y Tom Hanks, nominada al Oscar y basada en la historia de un gran bribón, Frank Abganate Jr., quien se hizo pasar por médico, piloto y banquero. Ya en 1961, Tony Curtis había filmado, con trama muy similar, “El gran impostor” conducida por Robert Mulligan, en la cual contaba la historia de Ferdinando Waldo Demara basado en la novela de Robert Crichton. Camaleones que asumen una identidad distinta sin levantar sospechas. ¿Será el caso de J.J.? Hay sus similitudes.

El tema de ambos filmes es sobre el alma del estafador. Por lo general un comediante, inteligente, coloquial, simpático, agradable, agudo, trasmisor de confianza. Personajes inseguros, aparentemente realistas y con control de sí mismos. Ya en 1988 intentó incursionar en la unidad de medios de Carlos Andrés Pérez. Un equipo sólido conformado por Simón Alberto Consalvi, Armando Durán y quien esto escribe. Esa campaña la llevó comercialmente Publicidad CORPA dirigida por James Teale. El estratega político externo era Joe Napolitan. J.J.no figuró por ningún lado, hizo algunos papeles menores en la Venezuela 2000 y al ganar el muchacho de Rubio, solicitó una beca Gran Mariscal de Ayacucho que dirigía el padre de Leopoldo López y fue a Italia a realizar unos cursos de “Numerología electoral”. Jamás estuvo, ni por asomo, en la campaña de Carlos Andrés Pérez de 1988, cuyo jefe fue el Senador David Morales Bello. Luego se fue a Estados Unidos y comenzó a incursionar en el mundo del marketing obteniendo algunos contratos en México, Honduras y en Colombia se le metió a J. M. Santos. De allí salió acusado por El Espectador de recibir 12 millones de dólares del narcotráfico.

Volvió con la candidatura de Manuel Rosales en 2006 cuando se enfrentó a Chávez, pero desavenencias internas lo alejaron de ese universo opositor. Luego volvió con Henrique Capriles Radonsky en 2013, dicen que controlaba el renglón de números y estadísticas, pero los apretados resultados electorales con Nicolás Maduro, hicieron que hubiera factores que impusieran al ungido de Hugo Chávez, frente a unos adversarios que no tuvieron respuesta efectiva ante esa delicada coyuntura. Algunos aspirantes regionales como Morel Rodríguez en Nueva Esparta lo contrataron, pero manejó esa campaña desde Miami, con dos asistentes extranjeros y un equipo de amateurs que desconocían la realidad regional. El resultado fue que ganó el chavismo con el general Carlos Mata Figueroa, aun cuando J.J.se llevó un buen botín de guerra.

El País de España publicó este domingo un demoledor reportaje: “Mitos, egos y torpezas, Anatomía de un complot disparatado”, en el que prevaleció el voluntarismo, el desapego a la realidad, el abuso, la demencia generada por la vanidad y el ego y el peso de los estafadores que vieron en la necesidad de conquistar la democracia, un inmenso negocio crematístico. El estratega de la tenebrosidad tiene nombre y apellido: J.J. Rendón ¿Quiénes fueron sus padrinos del lado oscuro? ¿Leopoldo López, como sugieren los periodistas españoles?

El Fiscal Tarek William Saab no se imaginó que al dictar las medidas punitivas por la “Operación Gedeón”, J.J. Rendón, “El Gran Impostor” de Tony Curtis, con verbo desahogado y con su atuendo luctuoso de Darth Vader, le respondería con el título del film de Spielberg: “Atrápame si puedes”.







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