Cuando un amigo se va
Vida 06/05/2021 08:00 am         


El Show de Renny finalizó cuando algunos artistas le dedicaron a Renny el tema Cuando un amigo se va, de Alberto Cortez; y ya no pudo más: tuvo que dar la espalda a la cámara para secarse las lágrimas



Por Ricardo Gil Otaiza


Mi infancia estuvo marcada por muchos aspectos, pero entre tantas cuestiones que vivimos recuerdo que almorzábamos mirando la televisión, porque no podíamos perdernos por nada de este mundo El Show de Renny, que se transmitía por Radio Caracas Televisión. A pesar de mi corta edad debo confesar que me atraía la personalidad de Renny Ottolina, su extroversión y desenfado, esa manera muy propia de leer la prensa frente a las cámaras, de comentar con incisión y clarividencia los hechos acaecidos en el país y en el mundo y, por supuesto, su incomparable estilo de hacer los anuncios comerciales, que nos conminaba a salir corriendo a comprar los productos. ¿Cómo olvidar cuando anunciaba el Toddy, esa deliciosa bebida chocolatada con abundante hielo que se desbordaba de la licuadora y que sonriente repartía entre su personal? ¿O cuando anunciaba helados o yogurt, cuyos envases lanzaba desde su escritorio para que los camarógrafos y los ayudantes los atraparan al vuelo? ¡Qué tiempos aquellos!

Su personalidad era subyugante, su voz única e inigualable, y su inteligencia sobresaliente. Tenía un gran sentido del humor, sin dejar de ser irónico y sarcástico, figuras retóricas que matizaba con una espléndida sonrisa. Ahora que analizo todo aquello luego de tanto tiempo transcurrido, y leyendo aquí y allá acerca de su vida, fue un hombre culto, y aunque no terminó los estudios de bachillerato, su innata curiosidad lo llevó a leer sin parar. La historia y la filosofía eran dos de sus áreas preferidas, no en vano hacía gala en sus programas de dichos conocimientos, dándole al “Show” visos de un aula abierta en la que se disfrutaba y se aprendía. Fue un eterno viajero, siempre a la conquista de nuevas metas, trabajó en España y en Estados Unidos, y su mente siempre estuvo abierta a las novedades tecnológicas, porque estaba consciente del enorme poder e influjo de la radio y de la televisión en la sociedad, y de su papel como estructurador o configurador de la opinión pública, es decir, como comunicador, lo que lo llevó a ganarse el indiscutible “título” del “Número Uno” de la televisión venezolana.

Hace pocos días me topé en YouTube con el último programa de El Show de Renny transmitido el lunes 31 de diciembre de 1973. Es bueno acotar que su permanencia en RCTV estuvo signada por varias etapas de partidas y de retornos, pero fue en 1971 cuando se llevó su Show a Cadena Venezolana de Televisión (CVTV, Canal 8), hasta el último día de 1973, cuando se despidió definitivamente de la gran audiencia venezolana, que lo amaba, que lo idolatraba, que hubiese dado cualquier cosa por tenerlo hasta el final de sus días. Si bien es cierto que en dicho programa expresó repetidamente y con su poderosa sonrisa, que se sentía contento (y feliz), y que nada le reprochaba a los dueños del canal (y a los de los otros dos), que no pudieron (o no quisieron) llegar a acuerdos económicos con él, su mirada denotaba tristeza. No en vano hizo decorar el estudio con todos los premios y reconocimientos recibidos en su carrera como animador, así como con las portadas de las revistas en las que su figura se mostraba de mil maneras para eternizarlo. Este último programa es de antología, en él esboza con tino y agudeza su sentimiento de amor por Venezuela, sus acendrados valores cívicos, su claridad en cuanto a que la televisión, más que un negocio, es un servicio público que debe preocuparse no por instruir, sino por educar. En el último segmento es cuando articula con claridad su propia filosofía, que nos lleva a profundas reflexiones acerca de la Venezuela posible. Dijo textualmente: “Estoy convencido de que el retorno del país a sí mismo, no puede ser sino a través de su conciencia como país. Resiento el que un líder extranjero me diga a mí como venezolano cuál es el camino. Recuerdo perfectamente bien que nuestro país nació diciendo: por aquí; no quiero que venga nadie a decirnos por dónde es. Creo firme y ciegamente que Venezuela nació para ser líder y decir cuál es la senda, y no para seguir otras. Y reconozco también que por cuestiones circunstanciales Venezuela se ha olvidado un poco de sí misma. El problema no es material; el problema es mental y emocional”. Si bien reconoció el peso de figuras históricas como el Che Guevara, Fidel Castro, Salvador Allende, Marx y Mao, agregó premonitorio: “De eso, a considerarlos los héroes de segmentos de la población de mi país, hay una gran distancia”.

El programa finalizó cuando algunos artistas le dedicaron a Renny el tema Cuando un amigo se va, de Alberto Cortez; y ya no pudo más: tuvo que dar la espalda a la cámara para secarse las lágrimas. Al finalizar, se quedó sin palabras, apenas pudo expresar: “Así, de repente…” Entonces, dio la espalda, dijo adiós, se fue al fondo del estudio y se marchó. Todo se hizo oscuro. Muchos años después (en el 2007) el mismo tema fue interpretado cuando el gobierno de Chávez cerró la señal de RCTV; por cierto, uno de los tres canales que no llegó a acuerdos con Renny para que su Show siguiera siendo el favorito de los venezolanos. ¡Gran ironía!







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