Incluso se mantuvo como partidario de acentuar las sanciones económicas y políticas e insistió en una forma de intervención, sino abierta, como en los casos de Granada y Panamá, sí en el establecimiento desde territorio de Colombia de una fuerza parecida a lo que en los años 80 operó desde Honduras (
conocida como “la Contra”) contra el gobierno sandinista de Nicaragua.
EL EFECTO NAVALNI
El espectacular avance electoral en la consulta local de Moscú del opositor Alexei Navalni frente a Rusia Unida de Vladimir Putin, al obtener 20 de los 45 escaños en juego habiendo derrotado la tesis de la abstención, de la cual había sido promotor en anteriores consultas, es asumida por varios analistas como un indicador importante de lo que debería ser el comportamiento de la oposición venezolana de cara a unas posibles elecciones.
El joven político, que por cierto ha basado su campaña en el uso de las redes sociales y que no se considera en el estilo de los viejos luchadores ideológicos sino más bien de los llamados fenómenos mediáticos, apostó en el pasado a la abstención y ahora desafió condiciones abiertamente desfavorables, inhabilitaciones e incluso la detención de muchos de sus partidarios, obteniendo unos resultados que para sectores radicales de la vieja política rusa parecían imposibles de alcanzar. Algo parecido a lo que ocurrió también recientemente en las elecciones de Turquía donde el opositor Ekrem Imamoglu ganó la alcaldía de Estambul frente al ventajismo del gobierno de Erdogan. Como escribe Fernando Mires: “Buenos ejemplos para los opositores venezolanos”.