Los problemas de Emilio Lovera
Vida Vida 10/02/2019 08:06 pm         


Ser comediante se va a convertir en la profesión más difícil del mundo, por eso de representar un riesgo claro e inminente.



Hace unos días Kevin Hart tuvo que renunciar como presentador de los premios Oscar porque hace 10 años, y más, en sus rutinas de comediante y en sus tweets había hecho chistes que parte de la comunidad LGBTQ considera ofensivos. Creo que dijo algo como que si su hijo llegaba a la casa y se ponía a jugar con la casita de muñecas de sus hermanitas, le iba a decir que eso era un juego de afeminados.  Yo he oido padres asustar más feo a sus hijos para que no se les ocurra hacerse fanáticos de los Tiburones de La Guaira.


Kevin Hart renunció a ser el anfitrión de los Premios de la Academia

En otro caso, el gobernador de Virginia, Ralph Northam, está llevando palo parejo por una foto suya que salió en un anuario de su universidad, ¡en 1984!, en la que sale con un amigo, y uno de los dos tiene la cara pintada de negro y el otro un disfraz del Ku Klux Klan, completo con sábana blanca y gorra puyúa. Este dice que no renuncia, pero tuvo que pedir perdón. Esta saga todavía continúa.   

Uno que si renunció fue el Secretario de Estado de Florida, Michael Ertel, luego de que aparecieran unas fotos que le tomaron en una fiesta de Halloween, hace casi 15 años, en las que aparecía disfrazado de víctima del huracán Katrina. Con la cara pintada de negro. 

En enero del 2015, un par de hermanos musulmanes entraron a las oficinas del semanario Charlie Hebdo, en París, y mataron 12 personas. Aparentemente estos señores estaban así de ofendidos por las caricaturas que el semanario publicaba burlándose de Mahoma 

Son solo algunos ejemplos frescos de grupos que reaccionan ofendidos. Si se dan un poco con Google, sin esforzarse mucho, van a conseguir muchos más ejemplos de estos grupos, que se auto-definen defensores de los derechos de alguna minoría o de algunos indefensos, ya sean raciales, religiosas, vegetarianas, veganas, LGBTQ, o de los derechos de los animales y hasta de las hermanas protectoras de las arenas del desierto.  

Por cierto, hablando de los defensores de los derechos de cualquier cosa, recientemente, en The Guardian  se planteaba que varios estudios parecen demostrar que las plantas sienten dolor y que, a menudo, las verduras se recolectan y se comen mientras están vivas. ¿Será que dentro de poco vamos a ver protestas por los derechos de los vegetales?. 

Esto podría dar pie a una teoría conspirativa en la que todos los esfuerzos del gobierno por resolver el problema de la comida, son saboteados por unos activistas encapillados que protegen los derechos de los vegetales; además de los ya tradicionales activistas por los derechos de los animales, cuyos esfuerzos se hacen notar cada vez que hay escasez de huevos y de otros bípedos y cuadrúpedos; lo que explicaría, sin lugar a dudas, el porqué no se consigue nada. No sería una guerra económica, sino sabotaje. Es creible; lo del sabotaje pasa mucho. Da que pensar. 

Que eso de disfrazarse de negro sea un problema tan grande como para que un mandatario renuncie, al venezolano le cuesta entenderlo. Todavía tenemos en nuestra memoria colectiva los recuerdos de los carnavales en el Hotel Ávila, donde hasta los negros se disfrazaban de negritas. Dicen que hombres y mujeres se disfrazaban de negritas, para sorpresa de muchos. En Venezuela pintarse la cara con hollín solamente irritaría a la persona que tenga que limpiar el lavamanos donde el disfrazado se lave la cara. 


Las negritas en los carnavales venezolanos

Pero bueno, al asunto que nos ocupa. ¿sobre qué cosas se van a poder echar chistes sin que alguien se ofenda? Un chiste que comience por: "Iban el Papa, el Dalai Lama, un Ayatola y un Rabino en un avión…" podría desatar desde la tercera guerra mundial hasta el incendio de iglesias, mezquitas, templos o sinagogas, dependiendo de quién sea el último en tirarse del avión.   

Y es que, si siguen así las cosas, la de comediante se va a convertir en la profesión más difícil del mundo. Tanto así, por eso de representar un riesgo claro e inminente, que las compañías de seguro se van a negar a cubrir a estos artistas. Además, igual los comediantes no podrían pagar las primas, porque los chistes van a ser muy malos, no van a tener audiencia y no van a ganar plata.  

Emilio Lovera, uno de los mejores, tendría serios problemas. Tomemos por ejemplo su cuento del malandro asustado. En ese chiste, así por encimita, se pudo haber ofendido a la gente de Birongo, a la gente de Caracas y hasta a la Asociación Nacional de Motorizados. Y si ahora echa el cuento en Carabobo estaría burlándose de uno de los símbolos del estado, el carro e´Drácula. Emilio Lovera podría ir a parar a Tocuyito. ¡mosca! 

Si Emilio repitiera las escenas con Charly Mata le caerían encima todas las cinco letras, sin ninguna misericordia. Los activistas LBGTQ le pedirían al gobernador de Colorado, que es gay y judío -lo que en el pasado hubiera sido una mina de oro para un comediante- que no lo deje entrar a ese estado, donde, para suerte de Lovera, no hay tantos venezolanos. Por otra parte, si vuelve a hacer el papel de Jairo Restrepo, arriesgaría desatar un brote de xenofobia en Colombia; el presidente Duque correría a todos los venecos que tenga allá, y amenazaría con invadir, por lo menos y sin preguntarle a Trump, Táchira. En Colombia, para el infortunio de Lovera, si hay venezolanos como para tirar al techo. Otra vez, ¡mosca! 



Todos los chistes tendrían que ser políticamente correctos. Todos los chistes tendrían que ser de gente aburrida o de animales vivos. Chistes malos, muy malos, como ese de "¿Por qué el pollo cruzó la carretera? ..." Y aún así habría que andar con mucho cuidado. Ya antes hablamos de los activistas por los derechos de los animales. Porque si los animales sienten, también se pueden ofender. ¿no? 

Las redes sociales - los sospechosos habituales 

Es un hecho que muchas de las "grandes" protestas son en realidad de grupos más bien pequeños. Muy gritones, eso sí.  

Ahora, con las redes sociales, los medios y los políticos –principalmente estos dos grupos– le tienen terror a esos grupos muy vocales, que se organizan para orquestar unas campañas muy ruidosas que pintan muy bien el cuadro que ellos quieren mostrar para atraer un buen número de "likes". La receta: un toque de verdad, un poco de sensacionalismo, un poco de escándalo y libertad de contexto al gusto. Es una ironía, casi que justicia divina, que esa haya sido la lección más clara que ellos mismos, los medios y los políticos, le enseñaron a las comunidades: que esa receta era una estrategia ganadora. 

"El propósito de la propaganda moderna no es solo desinformar o promover una agenda. Es inhabilitar tu pensamiento crítico, aniquilar la verdad." - Garry Kasparov 

El hecho es que esos altos números de "likes" son tan solo una gota en un mar de redes sociales. Si los promotores de esas campañas convocaran a sus seguidores a aparecer físicamente en algún sitio, tendrían que escoger un muy buen ángulo para tomar la foto, para que la cosa no se vea muy vacía; como desde siempre ha sido. (Todavía recuerdo la angustia de los directivos de una universidad, que tenía decenas de miles de estudiantes, cuando unos cincuenta manifestaban ruidosamente en el pasillo del rectorado). La proporción es la clave, pero el miedo es libre.

Con franqueza, en esto echo de menos otros tiempos. Cuando se podían contar chistes buenos. Cuando hasta los que eran objeto del chiste se reían. Se me ocurre que asumían su religión, raza, sexo o preferencias alimenticias sin muchos complejos.  

Ya basta. Creo que es hora de que se revise ese nivel de delicadeza, siempre a flor de piel. Y de que solo se atiendan las reclamaciones que tengan mérito, no las que vengan motivadas por esa exagerada sensibilidad, o sean de represalia o de imposición. Espero impaciente al primero que les diga que no quería ofender, que lo hacía con humor y que lo lamenta pero que no se excusa.       

Quisiera dejarle algo para pensar a los jóvenes de ahora, permanentemente bajo el escrutinio digital, de cuanta red existe, gráfico y textual. Ustedes deberían ir ensayando las respuestas que van a dar algún día para explicar aquella idiotez, absolutamente inevitable en la juventud, y, como van las cosas, hasta aquella travesura en el pre-escolar, cuando les pregunten, casi en una emboscada, cuando alguna vez los postulen para algo competido. Sus precursores la tuvieron más fácil. Nadie cargaba una cámara todo el día; y escribir algo en papel, y después entregarlo, era toda una tarea que superaba los límites de la paciencia de la juventud. Así, por ejemplo, no hay registro de donde jugaba Maduro cuando era niño. Eso hubiera resuelto de manera definitiva más de una controversia. Ustedes no van a tener esa suerte. Toda su vida está completamente documentada. Y el autor son ustedes mismos.


Por cierto, ¿sabe Usted que significa cada letra en LBGTQ?,  porque ya van 5 letras: L: lesbiana; B: bisexual; G: gay; T: transexual, mientras que la "Q", (en inglés "questioning" o preguntándose), para quien podría ser una o varias de esas letras pero que no lo sabe. Según dice Fred Sainz aquí. 


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