SE COCINA UN CNE
En el seno de la Asamblea Nacional cobran fuerza los pasos para la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral en lo cual coinciden tanto el oficialismo como la oposición. Toda vez que ello sea el resultado de una amplia consulta en relación a la integración del organismo, condición plural y democrática y que se cumplan los pasos necesarios para garantizar la mayor pulcritud posible, así como la ampliación de la vigilancia y la observación internacional. Ello se considera como una medida indispensable en función de futuros eventos comiciales. Al mismo tiempo, cobra fuerza la convocatoria de elecciones parlamentarias para el 2020, tal como lo establece la Constitución; incluso factores abstencionistas y que habían condicionado su asistencia a esta consulta a la convocatoria presidencial, parecen inclinados a impulsar la elección de diputados, toda vez que sería una medición de fuerzas que en la práctica actuaría como un referéndum presidencial.

ONU: UNA VOTACIÓN PREVISIBLE
La elección de un representante de Venezuela para el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha despertado una fuerte reacción en sectores de oposición e incluso entre miembros del organismo, en especial Estados Unidos; ello como si fuera viable esperar una decisión contraria. En la ONU todos los Estados tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades y no se trata de un organismo que pueda sancionar (como especie de tribunal) situaciones particulares de los países. En el caso del régimen venezolano hay que recordar que Nicolás Maduro ejerció hasta hace pocos meses la presidencia del Movimiento de Países no Alineados y que la presencia de Venezuela en coincidencia con el llamado nuevo “Bloque Multipolar” (Rusia, China, Irán Turquía, etc.) le confiere de entrada un peso específico en el escenario internacional y mucho más aún tratándose de las Naciones Unidas. Además hay que tomar en cuenta que en la votación debió influir también la posición crítica de países del Tercer Mundo opuestos a la política internacional de Donald Trump que de alguna manera regresaría a la confrontación propia de la Guerra Fría.