El 22 de noviembre a las 6 de la tarde Serenella
Rosas, Massimo Visconti y Rafael Figueira hablaban de la cocina italiana, que
es pasta y también verduras preparadas de manera suculenta, y de su mágica
infiltración en la mesa local. Y los
italianos llegaron con sus vegetales sería el nombre de la charla en la que
nos contaban cómo los spahettis se enseñorearon como plato favorito de estas
tierras, la que más los consume en el mundo luego de Italia, y de las
acrobacias del calabacín (zucchini) en el menú cotidiano. Con esfuerzo y aceite
de oliva, se abrieron espacio los productos de la tierra y así se convirtió la
ensalada en manjar.
El 28, luego de llamar a su sobrino a
España para felicitarlo por su cumpleaños salió del apartamento al punto del
edificio donde vivía en Colinas de Bello Monte para manipular la bomba de agua y
encender las máquinas de manera de iniciar el proceso breve y cotidiano de
suministro; era su turno. En el país donde se destroza el acuático sur con las
concesiones del Arco Minero, en tiempos antiecológicos y de agua racionada, le
tocaba hacerse cargo de operar el bombeo de agua a los vecinos. Labor que
podría realizar una conserjería experta que no está, en la llamada Ciudad Gotica
la historia se repite en la mayoría de los condominios. Qué peligro. Las
corrientes eléctricas y las aguas, siempre mal avenidas, produjeron una
catástrofe.
Explotó el pulmón, hubo un corto, ella
murió. Y no fue un accidente. Su muerte tempranera, al alba, y cuando tenía
tanto para dar, es producto de la negligencia establecida, estipulada,
organizada. En el rimero de cosas por producir y mantener, desde el suministro
de servicios públicos hasta la democracia, hoy Caracas está seca.
Hija de la poesía y esposa del humor, esta
despedida tan intempestiva e injusta, tan feroz y tan llena de aristas deja
consternados a todos los que te leyeron, comieron de tus recetas, te quisimos. Periodista
y chef, Serenella Rosas Flunger falleció. ¿Es posible? Difícil de creer, de
digerir, hasta de escribirlo. “Casi 400 años después nos conseguimos con una
fiesta caracterizada por la abundancia ( …) Muy temprano el mismo jueves
empieza la preparación del pavo, cuya cocción toma varias horas, lo que permite
la elaboración, en paralelo de contornos, salsas y postres”. Amanecen
organizando los ingredientes para cocinar el día de Acción de Gracias, escribe
en su columna Bueno, bonito y sabroso
la nota que publica el periódico de La Florida Acento. ¡Acción de Gracias! ¡El
jueves! Ella esta mañana está muriendo.
Tenían ella y su esposo, el Enano (José
Rodríguez), un restaurante, La Factoría del Enano, al lado de la Libreria Ago,
en Colinas de Bello Monte, aún conserva el nombre. Era un espacio para la cocina
sabrosa, de ella, y el humor de él. Se reunían allí los pares: Claudio Nazoa,
entrañable de el Enano, y Zapata, Laureano... los que entonces comenzaban Bobby
Comedia... Cuando Enano murió, al poco tiempo ella vendió pero siguió en lo
suyo. La vi hace una semana en la rueda de prensa a la que convocó la embajada
de Italia para anunciar la semana de la gastronomía italiana que, en Caracas,
sería en El Hatillo.
La hija del poeta Jesús Rosas Marcano
murió electrocutada manipulando la bomba de agua del edificio, rutina del país
en crisis que exacerba, por las consecuencias, la pena. La desazón. Tanto aun
en el tintero, y pucheros, tanto por dar, que horror este fin de menú. Este
cierre de nota.