Jacqueline, te formaste como artista plástico con grandes maestros; tus inicios fueron con el muralista Edmundo Alvarado, quien tuvo el privilegio de ser alumno del gran artista mexicano David Alfaro Siqueiros y junto a Diego Rivera son quienes lo seleccionan para recibir clases. ¿Es por ello el gran despliegue de color y los grandes formatos de tus obras?Mi primer profesor fue mi padre, a través de él aprendí el amor por el arte plástico. En las exposiciones en Europa siempre relacionaban mis trabajos con Diego Rivera y yo les decía que no tenia influencia de artistas mexicanos ya que toda mi trayectoria artística era de mi profesor Alvarado, él jamás me contó la influencia que asimiló de Rivera y Siqueiros. Esa historia la descubrí años mas tarde.
¿Qué influye para recrear tus obras?Mi estado emocional, lo reflejo en mis obras, estudio los personajes cuando hago una obra y acudo a los libros para inspirarme y verificar, a parte del lado mágico de mis pinturas. Uno de mis elementos más queridos son los gallos, me encantan los colores de sus plumas y el grito de cada amanecer.
Una de tus obras “La boda” está expuesta en el palacio de Mónaco “¿Como fue el encuentro con el príncipe Rainier de Mónaco?
Mis obras se han exhibido en más de 200 exposiciones a nivel mundial y cuando viví en Canadá quise regalarle una obra al príncipe Alberto de Mónaco pero no fue posible porque él no era el príncipe soberano en ese tiempo; y quien la recibió fue el príncipe soberano Rainier en un acto diplomático y quien agradeció a Venezuela por tan hermoso regalo convirtiéndose la entrega de mi obra obsequiada en un cuento maravilloso.
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