La Historia Como Espejo (V)
Análisis 26/09/2021 08:00 am         


La secuencia histórica que hemos desarrollado pasa ahora del plano enunciativo y narrativo a la verificación de las complejidades del presente.



Por Manuel Salvador Ramos


Para ello es indispensable fijar los aspectos y factores que componen tal complejidad y en ello aludiremos denotaciones que aunque ya hemos venido usando, ahora requerimos perfilarlas para transformarlas en conceptos.

Cuando nos referimos al ISLAM estamos hablando, primeramente, de la religión monoteísta practicada que se expresa en una entrega total a ALÁ (DIOS) quien infinitamente sabio y justo, hizo entrega de un mensaje a su Profeta Muhammad. Este mensaje fue llevado al Corán (Al-Quram, recitación) y es por tanto la palabra de Dios transcrita al árabe como la lengua de Dios. El Corán se considera un atributo revelado, eterno y no creado y que será la principal fuente para la denominada SHARIA o ley islámica. El sometimiento a ALÁ responde precisamente a este sometimiento y su conceptualización encierra hombres, animales, plantas y el propio entorno natural o cosmos. Todos ellos se rigen, y están, según el grupo de pertenencia, bajo el efecto inexorable del envejecimiento, las enfermedades y los ciclos naturales. El colectivo que con la conversión se somete al cumplimiento de la SHARIA es conocidogenéricamente como MUSULMANES.

Por la vía de la revisión historiográfica también hemos visualizado al ISLAM como el conjunto cultural y político que se manifiesta como la CIVILIZACIÓN ISLÁMICA, tópico que ya hemos tratado en notas anteriores dentro de la visión histórica. En este momento nos interesa principalmente fijar los elementos referentes a la visión religiosa, ya que es allí donde nacen las distintas derivaciones teóricas e ideológicas y las decenas de corrientes, las cualesaun predicando un fundamento común, actúan de forma distinta e incluso antagónica.

Es por ese cauce a través del cual arribamos a otra expresión que muchas veces es enfocada de manera equivoca. Nos referimos al ISLAMISMO, un movimiento político que pretende adaptar las concepciones del ISLAM a la vida pública y social. Como lo mencionamos anteriormente, luego de la Primera Guerra Mundial y de la eliminación del Califato por parte de KemalAtaturk (1924), las potencias europeas aprovecharon la desintegración del Impero Otomano para tomar nuevas zonas de influencia. Francia se quedó con los mandatos de Siria y Líbano, mientras Gran Bretaña creaba las semicolonias de Irak y Jordania, así como se quedaba con Egipto, Sudán, Irán y principados de la península de Arabia. A estas nuevas zonas del mundo árabe venían a sumarse, el departamento francés de Argelia y los protectorados de Túnez y Marruecos, ya existentes.

En ese contexto aparece LA HERMANDAD MUSULMANA, organización nacida en 1928 de la mano de Hassan al-Banna en la ciudad de Ismailia (Egipto), al borde del canal de Suez. En su ideario se mezclan la religión, el nacionalismo, la justicia social y el anticolonialismo en una amalgama difícil de explicar en el plano teórico ya que no existen escritos doctrinales completos para definirla. Hassan al-Banna fue más un activista con excelentes dotes para la propaganda que un ideólogo o un erudito religioso y prueba de ello es que la única obra que nos dejó fueron sus incompletas “Memorias de la predicación y del predicador”.

Luego de la II Guerra Mundial, en los llamados años de la descolonización, los países occidentales proyectaron sobre todo lo que se llamaría el Tercer Mundo, incluidos los neonatos Estados árabes, la imagen de su propia sociedad capitalista. Así, todo lo cultural, político, económico y social se articuló, igual que el funcionamiento del aparato resultante, sobre la primacía del nivel económico sobre todos los demás. Lo cual obedece a la expresión clásica de la organización típica capitalista, pero el sorprendente resultado de esta imposición se manifestó al evidenciarse que las organizaciones así nacidas no se comportaban en la forma prevista y que lo culturalmente preexistente seguía siendo determinante, incluso con mucho mayor influjo de lo pensado y previsto.

Cabe apuntar no obstante que en esas décadas de postguerra, aún dentro de su madeja de corrientes, ramificaciones y matices, el ISLAMISMO constituye un intento de síntesis, distinguiéndose por una intensa inclinación hacia la totalidad y pretendiendo hacer del ISLAM el fundamento de una ideología capaz de organizar de un modo global una sociedad moderna. Esta pretensión le separa del conservadurismo islámico más tradicional, mucho menos preocupado por estas cuestiones. Guiados por este propósito, los islamistas han generado una producción intelectual muy notable en términos cualitativos, pero también un tanto confusa en muchas ocasiones. No en vano, en cuanto que defensor del referido carácter holista del islam, el ISLAMISMO encuentra un difícil acomodo con una sociedad en la cualha tratado de construir artificialmente una conexión demasiado directa entre los reformistas clásicos, los Hermanos Musulmanes, y el SALAFISMO, concepción esta última que es imposible de compatibilizar con ninguna ideología omnicomprensiva. Es precisamente el afán por conciliar holismo y modernidad lo que desborda un conjunto de tensiones internas y por ello el ISLAMISMO oscila entre el modernismo islámico, el conservadurismo y el fundamentalismo. En función de todas estas contradicciones, no debe resultarnos sorprendente que las diversas corrientes islamistas sean susceptibles de evolucionar en las más variadas direcciones, desde una apuesta plena por la modernización y por un islam reformista, hasta el fundamentalismo de corte radical. Así vemos que hoy por hoy estamos situados en una realidad donde las tensiones y luchas que se han generado en el plano geopolítico mundial, junto con los grandes conflictos internos que se manifiestan en el propio mundo musulmán, han creado un caldo de cultivo para el las posiciones más extremistas. 







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